El triángulo de NA

¡Uf!.. Ver esto, ver esto y no poder aguantar las ganas de sacar la mierda que se lleva dentro. Yo navegaba mi bote, tranquila, como un capitán en altamar perdido que hasta su ego lo ha abandonado, pero que jamás perdió la esperanza de encontrar otra América que conquistar... Y heme aquí, en pleno triángulo de bermudas, allí donde muchos parecen perderse, pero donde perdidos se recuperan, no conozco aún su magnitud, ni sus esquina, pues apenas llevo 40 pasos desde la entrada, se divisan locos por doquier, el encierro y el desapego del mundo exterior los han llevado a crear su propio lenguaje. Han logrado establecer una jerarquía un tanto invisible y un poco irónica, pues el que más ha perdido y más sediento a ha llegado hoy ocupa el lugar de sabios, parece ser el rey de su propia manada y a diferentes micos (que entre locura, desespero y amor propio) ha ayudado, nombrándolos ahijados, Já! Ahijado pensé yo, Una escuela clandestina, desconocida para muchos y una leyenda para nosotros... El curso básico, "Sigue viniendo" y claro, ¿qué esperaban? ¿Que después de terminar en este triángulo al que llegué después de pasar hambre y frío en el océano quisiera volver a agotar mi último esfuerzo para salir y perder orientación? ¿Qué después de conocer esta locura, este mundo paralelo, lleno de otros piratas que han llegado a ver la muerte de frente, volviera a ese barco? Y bueno la escuela tiene un gran estacionamiento donde puedes dejar tu barco al llegar, no cobran ¡es gratis! y en cualquier momento puedes apropiarte de nuevo y salir, Son tan locos ¿o tan idiotas? que abren su mundo y cuentan sus secretos a cualquier recién llegado, lo reciben como suyo, tienen un super-poder para identificar que cada persona que llega al triángulo es un vivo retrato de quienes fueron una vez, y já lo peor no es que se hagan los adivinos o los sabios... ¡lo peor es que tienen razón!.. Carajo ¿cómo terminé yo acá? ¿Que marea y tormenta me trajo a este lugar? A veces quisiera regresar a la capitanía de mi vida en Altamar, pero después de estar en este jungla descabellada no sé si logré recordar el camino de vuelta. Felices 24.